El discurso que voy a leer está escrito por mí. Es un discurso escrito para la boda de mi hermana.
Querida hermana.
Hemos pasado muchos años juntas, muchos momentos, tantos buenos como difíciles. Pero sobre todo siempre has permanecido conmigo.
Recuerdo, los primeros años en los que tú me enseñabas a llegar más allá, de mis límites.
Te acuerdas de Luna. Sí, el conejo que tanto querías y yo no… y me enseñabas el valor de la vida. Una anécdota que más allá de lo ocasional, influía en mi corazón valores como lo hermoso que es la vida.
Recuerdo cuando en el apartamento en Castellón, te caíste por el hueco de la cama y que me produjo tanta risa y por no decir de aquel primer hotmail que me creaste. No me hagas caso, ya sabes que me gusta mucho reír y hacer felices a los demás con mi simpatía. Sé que en el fondo siempre has sabido que te tengo un aprecio especial de hermana.
En tu último cumpleaños me empeñé en crearte un vídeo expresando lo que eres para mí. Me sirvió para recordar muchas aventuras juntas y para contemplar escenas de tu vida y tu historia, la historia de mi hermana… Ya sabrás de sobras que un vídeo no puede expresar todo lo que de verdad significas para mí.
En fin, tantas cosas podríamos repasar mientras recordamos lo bien que lo hemos pasado juntas, y lo que nos queremos.
Sheila que como dice tu nombre eres idealista y con una gran espiritualidad. También emotiva y sensible y esa chica que entrega por completo su amor a quien ama de verdad. Hoy has subido al altar, esta es la expresión que usamos. El altar, que significa construir sobre roca firme, fuerte, como las cosas que más valen en la vida: construidas en cimientos que nos dan seguridad y confianza para siempre. El altar, que simboliza el amor, el amor de Dios, que es más fuerte que la muerte. El amor, vuestro amor también, llamado a ser tan fuerte como este altar. Éste es mi deseo, el deseo de tu hermana pequeña, que recibas, de todo corazón, en este día, una gran bendición sobre tu vida junto con Carlos. Y es así como todos los que estamos aquí, os estamos acompañando en este día tan especial pidiendo que las cosas vayan tan bien como hasta ahora y mejor.
Feliz día de vuestra boda, Sheila y Carlos, y os acompañamos desde una profunda oración que todos los aquí presentes llevamos ardiente en nuestro corazón.
